la biblia inicio a ser escrita hace unos 2500 años. Quienes la escribieron no podían explicar el mundo de una manera rigurosa y fiel a los hechos dado el primitivo desarrollo de las herramientas y la técnica de producción. Inclusive la secuencia en que es mostrada la creación no coincide siquiera con las secuencias actuales de formación de sistema solar, la tierra y la vida en esta como para decir que es una “metáfora”. Y ni que decir de la edad de la tierra que es de 4500 millones de años de acuerdo a los múltiples métodos de datación , según los defensores textuales de la biblia solo es de 4 200 años.
La ciencia se basa en las evidencias, no en las ideas o suposiciones infundadas de viejos esclavistas o monarcas patriarcales, como muchos escritores de la biblia, y solo encuentra las explicaciones en la naturaleza.
La época medieval que significo una época oscura para la humanidad y el conocimiento de la naturaleza y por lo tanto una era de oro para la religión fue superada por el inmenso desarrollo de las fuerzas productivas durante el capitalismo. Pero desde
hace unas décadas se ha iniciado un fuerte ataque contra la ciencia y en especial contra la ya demostrada hasta la saciedad teoría de la evolución formulada por Charles Darwin, buscando minar la concesión y métodos ligados a esta-el materialismo y la dialéctica– como forma de poder servir a intereses políticos de los sectores mas retardatarios de los capitalistas.
Muchos defensores de la ciencia caen en la falsa ilusión que la religión y la ciencia son ministerios que no se oponen e inclusive muchos aseguran encontrar enriquecedores códigos éticos y morales.
La biblia no puede mas que reflejar el pensamiento del hombre en una época primitiva, una época de esclavos y de dioses que dan métodos de tratar los esclavos (génesis), de patriarcado y por lo tanto de una moral basada en el machismo y el sometimiento de la mujer. Para encontrar soluciones a los problemas del presente es necesario romper con el pasado en tanto sea justificación de la ignorancia y opresión.
Con-ciencia